Todo ocurrió cuando la selección de rugby de Samoa fue a la Copa del
Mundo de Nueva Zelanda. En esta competición, el equipo tuvo un papel
bastante malo que provocó que el capitán del equipo se quejara al Primer
Ministro de que la culpa había sido del equipo técnico que no se había tomado las cosas en serio.
Parece ser que de vez en cuando el entrenador desaparecía y cuando estaba presente se ponía a beber
y se lo tomaba todo como si fueran unas vacaciones. Puesto que casi
todo apuntaba a que era cierto, se le pidió al entrenador que pagara 100 cerdos para recuperar el honor que había perdido durante el campeonato. Finalmente no pagó con los
animales pero sí que tuvo que poner el equivalente en dinero.
La
Federación de rugby del país ha decidido ofrecer trabajos para un nuevo
manager, un nuevo entrenador y 2 ayudantes, además se están
investigando en detalle todos los gastos que hubo durante el viaje a Nueva Zelanda.
Fuente: AFP
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