miércoles, 25 de abril de 2012

Una mujer dona un riñón a su jefa y acaban despidiéndola por tardar demasiado en recuperarse


Mi amiga de hoy es de esas que probablemente nunca vuelva a hacerle un favor a nadie y que puede haber perdido la fe en la humanidad. Debbie Stevens, una trabajadora de Long Island en Estados Unidos, se enteró de que su jefa necesitaba un trasplante de riñón y le ofreció donarle uno suyo. El caso es que, aunque en un principio la jefa tenía ya donante, finalmente se complicó y optó por la oferta de su empleada.


Aunque el riñón de Debbie no era válido para su jefa, pudo intercambiarlo por otro que sirvió para realizar la operación y salvar la vida de la paciente. Entonces empezaron los problemas y es que a Debbie se le complicó el post operatorio y tuvo que estar más tiempo de baja del que tenía planeado algo que no le sentó bien a su jefa que empezó a reprocharle ese tiempo extra de convalecencia.


Poco después, los reproches fueron por su trabajo cuando aún estaba sana que resultó no ser satisfactorio para su superior. La solución de la empresa fue enviar a Debbie a otra oficina en un barrio conflictivo por lo que mi amiga decidió ir al psicólogo para pedir ayuda. La empresa respondió despidiendo a su empleada. ¿Donaríais vosotros vuestro riñón después del caso de Debbie?


Fuente: New York Post 

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