jueves, 17 de mayo de 2012

Creando una máquina de energía infinita con un gato y una tostada

Los gatos tienen algo muy bueno y es que siempre caen de pie. Por alguna razón aunque la caída sea dando mil vueltas, al final ponen el pie en tierra antes que el cuerpo. Algo parecido pasa con las tostadas ya que siempre se caen por el lado de la mantequilla o la mermelada obligándote a limpiar luego la mesa tras el desastre.


En el vídeo de hoy, dos ingeniosos amigos usan estas peculiaridades para crear un motor que, metido dentro de un lavadora, da energía para siempre. Este es un buen método para librarnos de los gatos y no tener que contaminar con centrales nucleares nunca más. Ojo al baile que se echan al final del vídeo.



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