lunes, 23 de julio de 2012

La tierna y peligrosa lucha de un Doberman y un gatito

Aunque siempre os he avisado de lo malos que son los gatos, es cierto que cuando son pequeños son muy adorables. Por eso los perros les soportan un poco más mientras crecen. Mi amigo "Juan el Doberman" tiene mucha paciencia a pesar de la mala fama que tienen los perros de su raza. En este caso es capaz de no ponerse nervioso a pesar de tener un gato tocándole las narices.


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