lunes, 22 de abril de 2013

Un ladrón huye de un burdel perseguido por prostitutas y sus consoladores


Resulta que uno de esos ladrones novatos que se están poniendo tan de moda últimamente, fue a robar en Tournai, una ciudad de Bélgica. El iluminado escogió un burdel por eso de que los clientes gastan mucha pasta en mujeres.

Así que, armado con un cuchillo, se presentó en el lugar y se dispuso a llevarse todo el dinero de la caja. La operación fue bien hasta que las prostitutas del local decidieron contraatacar a base de golpes de consoladores. Tal fue la avalancha de penes de plástico que el ladrón tuvo que salir corriendo con sólo 30 euros.

Así que ya sabéis, si no queréis tener que huir de una lluvia de penes, cuando vayáis a robar cercioraos de que no hay enemigos cercanos.

Fuente: El Mundo

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