Siempre se ha dicho que beber es malo pero nunca hubiese pensado que una de las consecuencias de beber podría ser perder el pene. Mi primer amigo de hoy, Geraldo Ramos, un hombre dominicano de 64 años, salió una noche a pasarlo bien, pero acabó pasándose con la bebida y a la mañana siguiente no recordaba nada.
Según sus declaraciones tras ver que no tenía pene: "Me levanté a las cinco de la tarde y me dio un ataque. Tuve suerte que pude salir afuera, si no, me quedo allí muerto". Sus vecinos creen que ha podido clavarse el pene en algún alambre o que un perro es el culpable de la desaparición, aunque me pregunto qué estaría haciendo para que éste último se lo comiese.
En cualquier caso, Geraldo, que asegura que no volverá a beber nunca más, tendrá que empezar a mear a través de una bolsa para siempre. Un misterio digno de la mítica 'Expediente X'.
Fuente: Antena San Luis
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