Repostar gasolina es un arte, y si no que se lo digan al encargado de esta gasolinera rusa que, mientras el dueño del coche se va a pagar el servicio, decide ponerse a bailar un poco de
breakdance junto al coche o sobre él. Cuando el conductor vuelve,
ni se entera de lo que ha pasado en su ausencia. Todo un coreógrafo de primera en este repostaje.
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