Y ahora os traigo a dos perros amigos míos orientales. Resulta que sus dueños han tenido un crío y le están enseñando a moverse, aunque por ahora sólo gatea. El caso es que el chaval no es el más rápido del mundo y
los perros han decidido echarle una mano y demostrarle que uno se puede arrastrar de forma más rápida y convincente. Si es que, no hay nada como esta prueba gráfica:
No hay comentarios:
Publicar un comentario