Algunos dirán que no hace falta, que ya lo es, pero Blondie Bennet, una mujer californiana de 38 años, quiere ser tonta. Para ello, va todos los días a terapia para que, mediante hipnosis, le vayan "quitando el cerebro" y poder convertirse en una muñeca hinchable. "Ya he ido a 20 sesiones y me siento un poco mareada y confundida en todo momento", ha declarado al diario Mirror.
Su tontería va en aumento: "Fui a buscar a un amigo al aeropuerto y no sabía si ir a llegadas o salidas. Me perdí también 3 horas intentando llegar a la casa en la que crecí". Sin embargo ella está contenta: "Quiero que la gente me vea como una muñeca sexual de plástico y no tener cerebro es una parte importante del proceso".
"Cuando me preguntan por qué quiero ser una Barbie, les respondo ¿Quién no querría? Tiene la mejor vida. Lo único que hace es comprar y verse guapa, no le preocupa nada más", ha comentado. Un argumento de peso para una chica que lleva con esta idea desde que era joven y que asegura que ha sufrido la envidia de sus amigas ya que los chicos sólo la miraban a ella.
El cuerpo ya es casi el de su muñeca ya que se ha gastado unos 30.000 euros en pechos de silicona, bronceado y botox. Todo este dinero lo ha sacado enviando fotos de su transformación a diversas personas que la están apoyando en su viaje a la tontería. Ya veremos si consigue su objetivo.
Fuente: Mirror
Está claro que la ignorancia es la felicidad, pero a esta señorita se le escapan un par de datos: (1) Barbie es eternamente joven, y ella, en fin, en un poblado gitano ya sería abuela; y (2) los hombres no quieren un objeto sexual si luego no sabe volver a su casa.
ResponderEliminarjajajajajajajajajaja chapó
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