Mi primera historia de hoy es tan sorprendente como desagradable y es que una chica de Bakersfield, en California, decidió repartir pastelitos rellenos de semen entre sus compañeros de clase el pasado jueves día uno para vengarse por las veces que se habían metido con ella.
Resulta que la chica en cuestión llevó unos pasteles a clase que sabían fatal y una compañera le preguntó por qué sabían tan raro. Ella respondió que se debía a que había introducido semen, vello púbico, comida caducada y todo tipo de píldoras mientras los hacía.
La policía fue a investigar y, al analizar los pasteles, sólo encontró restos de mayonesa, salsa barbacoa y salsa de soja pero no pudieron comprobar si había semen. Por ahora, el colegio ha decidido prohibir la comida de fuera hasta que todo el tema se aclare.
Lo raro de todo esto es cómo consiguió esta chica tener acceso a semen, píldoras y demás. En cualquier caso, habrá que tener más cuidado si nos ofrecen comida estos días, y más si hemos tratado mal a esa persona...
Fuente: Gawker
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