Comer es uno de esos placeres que tiene la vida. Mucha gente ve los dulces bajar por las paredes, algunos incluso están dispuestos a matar, en el sentido literal de la palabra, por un trozo de pastel.
En este caso concretamente se trataba de un brownie. Un hombre de 30 años de nombre Erik Cain apuñaló a su hermano con tres cuchillos de cocina porque se había comido la mitad del dulce. Su hermano, a pesar de las heridas en brazo, hombro y muñecas, fue capaz de agarrar la televisión y lanzársela. Menuda familia, me imagino que no son precisamente de complexión delgada.
El hombre se enfrenta a varios cargos, ya que el mes pasado también apuñaló a su novia. Yo no le daba más azúcar al señor Cain, que parece que ya está bastante hiperactivo...
Fuente: WGAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario