Éstos, al enterarse, decidieron castigarla sin ordenador durante un tiempo y le avisaron de que no lo hiciera otra vez. Sin embargo, la niña volvió a hacerlo pero tomó medidas antes y bloqueó a su padre y a su madre del comentario incendiario. El problema vino cuando su padre consiguió ver la rajada de su hija y descubrió cómo se quejaba de que era una esclava y que no le pagaban por hacer la cama ni fregar los platos.
Los padres decidieron darle un castigo ejemplar, si es que se le puede llamar así a lo que han hecho. El papá grabó un vídeo en el que lee toda la parrafada de su hija, le responde con lo que considera oportuno y finalmente le mete tiros al portátil. Por último acaba diciendo que el próximo portátil se lo va a comprar ella con el dinero que gana trabajando. ¿Vosotros creéis que está bien hecho?
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