Dos mujeres de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lund (Suecia) querían hallar una solución para la incógnita anteriormente planteada, de ahí que se pusiesen a desarrollar un tipo de casco que no estuviese visible salvo en caso de impacto.
Después de siete años de desarrollo, finalmente han lanzado un prototipo del artilugio esperado. Éste se ata al cuello y sólo se activa en caso de accidente.
Cuesta 529 dólares y se recarga por USB. Todo muy cool.
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