La venganza es un plato que se sirve frío, y eso mismo debió pensar Soledad Hernández Rodríguez, quien falleció el pasado 2 de septiembre. Esta señora de 78 años de edad quiso manifestar su malestar hacia sus familiares a través de una esquela, en donde les perdonaba por su "absoluta falta de cariño".
El texto es el siguiente:
"Quiso en sus últimos momentos de vida dejar encargada la publicación de esta esquela para manifestar su perdón a los familiares que la abandonaron cuando más les necesitó, sus hermanos Juan Hernández Rodríguez y Manuel Hernández Rodríguez y su hija María Soledad García Hernández por su absoluta falta de cariño y apoyo durante su larga y penosa enfermedad. El cuerpo fue sepultado cristianamente en el cementerio de Camarma de Esteruelas (Madrid) su hijo y amigos...".
Me da a mí que a sus familiares no les hizo mucha gracia la esquela...
No hay comentarios:
Publicar un comentario