domingo, 14 de octubre de 2012

Una persona herida tras un disparo efectuado por su perro

Las armas las carga el diablo, o en el peor de los casos, tu perro. Y si no que le pregunten al hombre que resultó gravemente herido en la mano tras recibir un disparo de su propio perro.

Todo ocurrió un día de caza, en Francia. El animal saltó sobre el fusil y el gatillo se apretó (no estaba el seguro puesto). El proyectil salió disparado y recaló en la mano del cazador.

El hombre no ha querido soltarle el marrón al perro, del que dice que "es adorable" y no tiene ninguna culpa, "ya que se le olvidó poner el seguro".


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