2.500 dólares. Esa es la cantidad que le ha caído a una madre y su hijo por orinar en su propio jardín.
El niño de 3 años y residente de Oklahoma (Estados Unidos), se bajó los pantalones en su propia casa para hacer pis, ya que no se podía aguantar. Un policía pasaba por allí y decidió multarlo al considerar que se encontraba en un sitio público.
La familia presentó una queja ante el Departamento de Policía y la repercusión fue tal, que los cuerpos de seguridad no tuvieron más remedio que pedir perdón a la familia y retirar la multa.
Que se pasen por España, ya que estamos...
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