Richard se preparó a conciencia con pantalones y chaqueta anchos que disimularan su cuerpo, incluso se puso guantes para que no hubiese problemas de huellas dactilares. El problema es que al llegar se dio cuenta de que le faltaba el gorro, algo indispensable teniendo en cuenta que el restaurante está lleno de cámaras de seguridad.
En un momento de inspiración, pensó que un calcetín no iba a ser suficiente así que apostó por un cubo de basura que encontró en la calle. Aunque durante casi todo el atraco disimuló muy bien su cara, al final se asomó un poco y la policía pudo reconocerle gracias a las grabaciones. Si es que, no hay nada como hacer una lista e ir tachando las cosas que llevas puestas antes de ir a robar algo...
Fuente: Cambio Digital
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