Desodorantes, aeropuertos y publicidad, tres ingredientes para una buena broma

Se está poniendo de moda esto de gastar bromas a la gente para promocionar distintos productos y cada vez lo hacen mejor. Quizás no igualan a aquellos que se llevaban a las victimas al centro de una batalla campal, pero los de Nivea han conseguido hacer pasar un mal rato a unos cuantos.

La idea es hacer una foto rápida a los pasajeros que esperan el avión y hacer que se vean en un periódico, en la megafonía del aeropuerto y en la televisión como delincuentes peligrosos y a evitar. Cuando estas personas ven que se acercan las fuerzas de seguridad y no saben qué hacer, les enseñan un desodorante para que no huelan durante su estrés. Muy buena.