Mi amiga de hoy, una mujer albanesa de Patos llamada Likaj, se sometió a una operación para que le extirparan un cálculo renal allá por el año 1998. Algo más tarde se fue a vivir a Grecia. Allí, durante un chequeo de salud rutinario descubrieron que le faltaba el riñón entero.
Likaj ha acudido a la comisaría y espera que la investigación aclare si el hospital que la operó cometió un error o vendió sus órganos a algún tratante. El caso es que al menos reciba alguna indemnización por esto...¿o no?
Fuente: Telecinco
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