Mi segunda amiga de hoy estaba tranquilamente grabando a sus hijos comer cuando uno de ellos decidió tropezar y caerse al suelo. No pareció importarle demasiado al chaval (su hermano) y siguió comiendo tranquilamente. Pero claro, llegó el camión de los helados con su música, el chico se puso nervioso y acabó en el suelo también. Humor fácil y sencillo, de los de caídas.
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