Hay gente a la que le gusta demasiado la denominada comida basura y que haría cualquier cosa por poder tomarse una buena hamburguesa en cualquier tienda de comida rápida. Mi amiga de hoy, Khadihah Baseer una mujer de Los Ángeles, se dedicaba a abrir los coches de algunas personas que habían comprado en el servicio para automóviles de un McDonalds y un policía la pilló en el acto.
Cuando fue a preguntar a uno de estos clientes qué le había ofrecido la señora Baseer, éste le respondió que le había propuesto favores sexuales a cambio de algún Chicken McNugget. El policía decidió arrestarla por sospecha de prostitución. No sé cómo acabará esto, pero en el fondo mi amiga lo único que quería era comer pollo.
Fuente: LA Times
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