Mi amigo de hoy no necesita leerse ninguno de mis cursos del buen maleante. De hecho, quizás debería yo de aprender que, cuanta más cara le eches, más fácil es que tu plan salga adelante. El caso es que el ladrón lleva robados ya varios bancos con un método que no necesita que tenga armas ni que haga daño a nadie. Lo único que tiene que decir es que si alguien mueve un pelo, hará estallar una bomba nuclear.
Es posible que las series de televisión y las películas nos hayan hecho creernos que esto puede ser real. Si mañana vemos una invasión zombi, en lugar de correr cogeremos hachas y palos y los moleremos a golpes, pero el lado malo es que nos creemos que cualquiera puede montarse un dispositivo nuclear de bolsillo.
Por ahora no han encontrado ningún rastro de este señor y se ha librado de tener que ir a la cárcel, pero realmente tendrían que darle un premio por haber podido robar tantos bancos con esa amenaza tan poco realista.
Fuente: Washington Post
No hay comentarios:
Publicar un comentario