Iban 208 pasajeros en un avión desde Estambul hacia Estados Unidos cuando, a medio camino, a la altura de Dublín, alguien vio algo sospechoso en el baño. Enseguida se dio la voz de alarma y el avión hizo un aterrizaje de emergencia para evacuar a todo el mundo e investigar el explosivo. Cuando las autoridades vieron la supuesta bomba, resultó ser un móvil que alguien había dejado cargando en el baño.
La gran pregunta es quién fue el listo que confundió un móvil cargando con una bomba y quién fue el otro listo que se dejó el móvil en el baño después de hacer sus cosas y no avisó de que lo dejaba cargando. También es cierto que no sé el tamaño del aparato y puede que fuera uno de esos móviles antiguos que pesaban más que una garrafa de agua. Al final, afortunadamente todo quedó en susto y vergüenza para los responsables.
Fuente: Sun Sentinel
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