Muchas veces se dice que hay verdaderos artistas entre los cantantes callejeros. Pero hay veces que estos músicos realmente no deberían de acercarse a un micrófono. Este es el caso de mi segundo amigo de hoy que se pone a cantar de una forma tan horrible que acaba recibiendo un sillazo por parte de unos de los comensales que "disfrutaban" de su música. Mejor que intente dedicarse a otra cosa que lo de la voz no es lo suyo.
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