Mi primera amiga de hoy sufrió un percance al reservar un vuelo para Granada. Resulta que la señora Kingdon, inglesa de Plymouth, decidió que quería ir a ver la Alhambra como parte de unas actividades que quería hacer después de descubrir que tenía cáncer de pecho y un tumor en el cerebro.
Así pues, hizo su reserva por teléfono y se subió al avión sin ningún problema. Pero cuando llevaba 2 horas volando y vio que el avión seguía sin llegar a su destino, comprendió que algo no iba bien. Resulta que iba a la isla de GrEnada en el Caribe, un poco más lejos de su destino inicial.
Afortunadamente, una vez que llegaron a Santa Lucia, le permitieron volver al aeropuerto de Gatwick desde donde fue así a Málaga y finalmente a su Granada. Mi amiga está contenta con el trato recibido e incluso espera ir a Nueva Zelanda el año que viene. Una historia curiosa con final feliz.
Fuente: Daily Mail
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